El
pasado 30 de abril en la cárcel de Santiago Váquez ex Comcar) falleció el
recluso Nicolás Andrés Imbriaco Juri de 30 años, condenado a cinco meses por
robar perfumes en una farmacia.Ingresó a la cárcel el 29 de marzo,pero al día
siguiente tuvo un ataque asmático, y falleció luego de un ataque cardiaco ya
que no fue atendido a tiempo. Anteriormente se logró comunicar con sus
compañeros de celda pidiendo ayuda y media hora después llegó un policía a su
celda debido a la falta de personal. Los médicos de la unidad señalaron, según
información oficial, que el hombre no había tenido ingresos previos a la
enfermería.
En
noviembre del 2018 Victor Hugo Pereyra Da silva asesinó a su compañero de celda
Marcelo Roldán, conocido como “El Pelado”, lo mató de varias puñaladas, lo
colgó de los pies en el medio de la celda, le cortó la cabeza y la puso en un
balde.Después intentó sacarle el corazón y comenzó a cortarle el pecho,pero se
equivocó de lugar, entonces lo cortó en trozos, que primero fritó sobre un
calentador carcelero y luego comió. ¿El motivo? su compañero de celda insultó a
su madre en varias oportunidades.
El
asesino ya cumplia condena por decapitar años atrás a una mujer con la que
había mantenido una relación, además de rapiña,extorsión, hurto y suministro de
droga, por lo tanto, hoy sigue preso y se le suma ahora la condena por este
homicidio.
En setiembre del 2017 un recluso fue golpeado y vejado por
la propia policía en la cárcel del Canelones.La pareja del recluso, Micaela le
conto a la prensa que cuando vio a su marido no lo podía creer, dijo “le dolía
el brazo derecho, que lo tenia tipo arrollado”, y le pregunto que le había
pasado,porque estaba así y su esposo le contó que cuando lo trasladaban de
Canelones al Penal, los policías le habían pegado. El fajinero fue quien le
comunicó a la señora que su marido se había cortado las partes íntimas, “el
lloraba y me decía que se había cortado para que lo saquen de ahí” y le dijo
que los psicólogos lo iban a ayudar a decirle algo que él no se animaba; que lo
mataron a palos,”lo llevaron para arriba por una escalerita y uno de los
policías lo iba judeando con el palo en el ano”, cuenta que el llegó a ver cómo
el policía se iba desprendiendo el pantalón, eso fue lo que se acordó,cuando
despertó, tenía la ropa baja y sangre en el boxer. Ocurrido esto, los policías
lo amenazaron, para que se callara.
La
manera en cómo se trabajó con este caso presenta varias violaciones a los
derechos humanos desde un principio, ya que Micaela nunca tuvo información de
cuando trasladaban a su marido de una cárcel a la otra, además, antes de salir
de la cárcel donde se encontraba lo tendría que haber atendido un forense para
ver en las condiciones que sale de una cárcel a la otra. Por otra parte, su
mujer se entera del traslado por la llamada telefónica de un recluso, nadie le
dice donde éste estaba internado, tuvo que salir a buscarlo ella sola y cuando
encuentra el hospital donde estaba no la dejaban pasar, tuvo que pedir un
permiso especial y tras cinco días lo vio. Gracias a dos psicólogos del
Instituto Nacional de Rehabilitación que se interesaron por el caso, el hombre
le cuenta a los psicólogos, los cuales son los que deciden hacer la denuncia,y
lograron así que el hombre se hiciera una operación de reconstrucción ,sin
embargo, un dato no menor es que cuando el caso es llevado a la justicia, los
psicólogos no son citados a declarar.
Estos
son solamente tres casos concretos, pero no son lo únicos que ocurrieron,
porque según un informe realizado por el comisionado parlamentario Juan Miguel
Petit, en el 2018 hubo 37 muertos en cárceles, 27 en condiciones violentas, y
en lo que va del 2019, hay 15 reclusos fallecidos, 11 fueron por razones
violentas.
Los
propios presos al salir a libertad dicen: “Como en la cárcel no hay nada
igual”, “No es como dicen, en el Comcar no estas bien” , “Sobrevivi como puedas
si tenes que matar, mata”,“estábamos expuesto a copamientos, que intentaban
matarnos”, y afirman “lo mas jodido de estar acá es como te trata la policía”.
A
su vez, fuera de las cárceles, mundo aparte que en definitiva no lo es, que
influye lo que pasa allí dentro en nuestra sociedad, porque como sabemos la
seguridad es uno de los temas que más preocupa a la población uruguaya. Todos
los días aproximadamente 20 son los delincuentes que recuperan la libertad, sin
embargo las cárceles han sido olvidadas durante años y hoy son noticia debido a
los altos niveles de violencia que generan estos frecuentes enfrentamientos,
que llegan al resto de la sociedad.
Cada
año 6.000 reclusos salen en libertad para reinsertarse en esta sociedad, por lo
cual, es importante conocer en que estado salen y que oportunidades se les da
para poder rehabilitarlos.Pero tanto en el Comcar, como en el Penal de
Libertad, y el la cárcel de Canelones la violencia sigue siendo parte de todos
los días. Es así, que el abogado Álvaro Garcé señala “por un lado el estado encarcela
pero al mismo tiempo somete a condiciones que son inhumanas, y terminan siendo
un refuerzo de todos los mecanismos de crímenes”, agregando que “hoy las
cárceles de Uruguay son las más violentas de toda sudamérica”; pues señala ”si
tu comparas la tasa de homicidios en las cárceles uruguayas, con respecto a las
de Argentina, Paraguay, Colombia, la cantidad de homicidios acá es mucho más
alta”. Pero ¿cuáles son los resultados de esta violencia? ; la realidad es que
un 30% de los reclusos reciben tratos crueles, inhumanos, un 44% de los presos
se encuentra en situaciones fuera de la posibilidad de rehabilitación, mientras
que sólo un 26% de los mismos está en condiciones de volver a rehabilitarse.
¿A
que se debe esto? a que hay reclusos que no conocen ni a sus abogado, a que
existe una clara falta de recursos humanos y logísticos, por ejemplo,hay una
sola asistente social disponible para cuatro mil presos . Por otra parte,
existe un conjunto de 85 reglas “Las Reglas Mandela de las Naciones Unidas” que
son la base mínima de lo que tendría que tener una cárcel para funcionar de
manera eficiente, y sobre esto, la periodista Patricia Martín, que investigó el
caso de las cárceles en Uruguay afirma que “si se cumplen 30 de estas reglas
estoy siendo muy generosa “.
En
la cárcel, los reclusos están privados a lo que es el derecho a la libertad, lo
que corresponde según la constitución, sin embargo se les privan otros derechos
y se viven situaciones inhumanas, inaceptables según lo escrito en la propia constitución.
Se
violan los derechos básicos que todo preso debe tener, porque si bien está
privado de la libertad no debe estarlo de la salud, pero las condiciones
sanitarias son lamentables, no tienen luz directa, ni ventilación, ni agua, si
tienen ratas por todos lados y una alimentación inhumana, ingieren comida con
gusanos,cascarudos,colas de rata, además de la manera en que la reciben; no se
recibe la cantidad necesaria, por ejemplo parte de los kilos de carne que dicen
ser ingresados a la cárcel no se ingresa, porque es vendida entre los mismos
policías, y la que se ingresa esta en mal estado, ya abierta, y se guarda en
condiciones desfavorables, en el piso, al lado del veneno, o los zapatos. Los
presos pasan hambre, uno de los reclusos admite que “se lastiman dentro de la
celda por un plato de comida” . Así “conviven” 502 personas atravesadas por una
violencia estructural severa, por ejemplo en la que hay 294 personas que no
poseen una cama. Y cuando llegan las visitas, que no para todos las hay..se lastiman
incluso delante de las visitas. A diferencia de otras cárceles en el Comcar,
Penal de Libertad y la de Canelones los presos se pasan encerrados las 24 horas
del día en una pequeña celda . Donde las únicas actividades que realizan son
vender y consumir drogas,entre las más habituales, pasta base y marihuana,
vender o robar pertenencias de otros, como sus celulares y en definitiva,
seguir cultivando violencia.
Nadie
se imagina que un ser humano puede vivir en esas condiciones, ¿verdad? y de
hecho muchas veces no sobreviven, pero el problema también está en que lo hagan
bajo esas condiciones.
Lo
que debería ocurrir, es que la sociedad sienta que hay que invertir en las
cárceles, con el objetivo de que exista más cantidad de personal capacitado
para la realización de talleres, con la posibilidad de un trabajo para los
presos durante su vida en la cárcel.Tiene sentido pensar que “ si no hay
actividades para hacer no le podés pedir al otro que no sea violento”
Miguel
Petit afirma con seguridad que las cárceles más seguras son las que tienen
talleres con diferentes actividades, trabajo, una radio,una biblioteca ,
etc.Podemos tomar como ejemplo a “Kung Fu”, uno de los presos,que hace
canciones de rap, el cual señaló una vez “en la carcel vos no sos católico pero
vas a la iglesia”.
Tiene
que ver con esto de tener algo para creer, en la cárcel si los presos lo único
que observan las 24 horas del día es violencia, abuso por parte de los
policías, de sus compañeros de celda, van a creer en esto y cuando salgan lo
van a reproducir;en cambio, si se les da algo en lo que trabajar y creer, las
personas van a querer salir de la cárcel y creer en algo más . Los problemas se
eliminan entonces con actividades que mejoran la convivencia entre los
presos,pero la única actividad con la que cuentan los reclusos es la de salir
al patio una hora, una vez por semana.
Pero
siendo sinceros, habitualmente ….¿que produce en nosotros alguien que
mató,violó, robo?, es totalmente humano si, que para la mayor parte de nosotros
los presos nos produzcan bronca, rabia, y odio, porque asesinaron,robaron o le
hicieron daño a alguien. Pero más allá de lo que sería deseable o no para
nosotros , está el deber de lo que debe hacerse, hay obligaciones,normas. Para
esto existe el artículo 26 de la constitución que dice que “a nadie se le
aplicará la pena de muerte, y en ningún caso se permitirá que las cárceles
sirvan para mortificar y sí sólo para asegurar a los procesados y
penados,persiguiendo su reeducación,la aptitud para el trabajo y la profilaxis
del delito”.
Sin
embargo, muchos uruguayos se preguntan porque hay que respetar sus derechos si
ellos no respetan los nuestros, actuando como animales, pero al pensar esto, ¿
no nos terminamos transformando nosotros también en animales?.
Se
debe recordar a la sociedad que los que estan presos un día van a salir libres,
y que la mayoría de estos salen si nada,y no solo me refiero a dinero, o
trabajo, sino que tampoco ellos saben si van a volver a delinquir o no. ¿Alguno
lo sabe?, ¿alguien está libre de esto?
Es
por esto que se tiene que trabajar desde el primer día , pensando en el egreso
del recluso para que éste pueda entender el daño que causó a la víctima y a él
mismo. Porque finalmente una vez que se reinsertan al sistema hay que
preguntarse verdaderamente ¿que pasa?, y ¿cómo se reinsertan a la sociedad?.
Preguntas sin solución a corto plazo, pero que deberían ser de urgencia
contestar si queremos una sociedad segura, deberíamos entonces, por empezar a
dejar de lado comentarios tan escuchados entre nosotros como , “que me importa
como viven los presos”, “que se mueran todos”.
Valentina Domínguez


Excelente artículo!!!!!!!! Felicitaciones vale
ResponderEliminarMuy buen artículo ....
ResponderEliminarMuy buen trabajo Vale! Seguí así
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