Cuando se pensaba que el 2020 no podía ser peor, llegó otro golpe que pondría en evidencia las gigantescas grietas que existen en la presente sociedad. Ello cuando el 25 de mayo del presente año, un acto de racismo y exclusión conmocionó al mundo entero. Cuando el agente de policía Derek Chauvin en Minneapolis, Estados Unidos; postró su rodilla en el cuello de un afroamericano llamado George Floyd, causándole la muerte por asfixia. Una vergüenza absoluta. El mundo entero no haría esperar para emitir su voz de rechazo. Desde mensajes reclamando justicia para Floyd en las redes sociales, como actos de vandalismo en varios estados del país norteamericano.
Pero . Solo aquellos que fueran influyentes en la sociedad, ya sea políticos, escritores, incluso deportistas; podían alzar su voz en contra de la exclusión racial. Entre los años 60' y 70' uno de los más grandes deportistas y seguro el mejor boxeador de toda la historia utilizaría su poder ganado por sus grandes logros en el boxeo. Ese es Cassius Clay, a quien pocos lo conocen con ese nombre. Mejor conocido como Muhammad Alí. El campeón olímpico en Roma en 1960 y quien ostenta una marca de 56 victorias (37 por K.O) y solo 5 derrotas; cuenta con una historia digna de ser contada.
El 17 de enero de 1942 nacería en Louisville, Kentucky, Estados Unidos; Cassius Marcellus Clay, Jr. Era un niño distraído pero divertido, que creció bajo la doctrina religiosa de la iglesia bautista. Se le consideraba un obsesivo por el boxeo. Su primer encuentro con el boxeo y que daría inicia a su etapa amateur ocurrió de manera particular, cuando un día le robaron la bicicleta y con rabia y dolor, juraba que iba a dar un paliza al ladrón. El policía Joe Martin, lo aconsejó, expresándole que primero aprendiera a pelear y luego sí pusiera cara a cualquier riña. Así fue su primer contacto con un gimnasio.
Cassius tendría un proceso largo y duro para llegar a competir sus primer y, sin saberlo, únicos Juegos Olímpicos. Antes de allí logró títulos en el estado de Kentucky, para luego ser campeón en varias ciudades del país Norteamericano. Llegaría Roma, ciudad donde dejaría ver todo su potencial. Con 18 años llegaba como favorito para ganar la medalla dorada en la categoría de semipesado. Con el pasar de las peleas, fue tomando más fuerza su rol de favorito. Con un estilo aparentemente relajado y sin afán, consiguió el título olímpico ganándole a un polaco con un nombre imposible de modular: Zbigniew Pietrzykowski.
Luego de su gesta en Roma, regresaría a USA para convertirse en profesional. De este modo, el 29 de octubre de 1960 tendría su primer combate en su natal Louisville. Sería victoria, algo que tomaría como costumbre. Entre 1960 y 1963 el pugilista obtendría una marca de 19 victorias (15 K.O), sin ninguna derrota; unos número que lograrían atraer la atención del mundo del deporte de "las narices chatas".
Para 1964 y luego de consagrarse como el mejor del mundo al ganarle a Sonny Liston, llegaría su cambio de religión, pasando al islam. Con ese cambio, también llegaría su nuevo nombre y por el cual sería conocido mundialmente: Muhammad Alí. Él afirmaba que: "Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Ali, un hombre libre": Con este nuevo nombre, iniciaría la lucha contra la discriminación racial. Continuando con su invicto de 29 victorias contra 0, Muhammad Alí sería suspendido y se le retirarían los títulos, ello por negarse de ir a la Guerra de Vietman debido a su constante lucha en pro de los derechos de los afroamericanos. Volvería tres años y medio más adelante a seguir adueñándose de cada cuadrilátero que pisaba.
Sus constantes cuestionamientos a una sociedad totalmente excluyente le traería un sinfín de problemas y críticas, sin embargo, nunca dejaría de luchar. Señalaba que lo blanco siempre lo relacionaban con lo bueno y puro, por el contrario, al color negro se le vinculaba con delincuencia y crimen. Algo que todavía se ve. Se quejaba el porqué Tarzán era blanco siendo el rey de la jungla en África. Lamentaba que la Miss Usa siempre era blanca, argumentando que habían muchas mujeres de raza negra mucho más bellas.
Ese es Muhammad Alí, un luchador dentro y fuera del cuadrilátero en busca de los mismos derechos para los suyos, queriendo golpear la desigualdad. Sus batallas eran incansables. Su legado quedará marcado por la eternidad. Su última pelea la daría contra el parkinson, enfermedad, según informaron sus médicos, se le adjudicaría al boxeo y con quien batallaría 32 años. Tuvo 5 derrotas en su carrera profesional, pero sería un choque séptico quien lo noquearía de por vida, cuando el 3 de junio de 2016 fallecería en un hospital de Phoenix. Su nombre aún continúa vigente, incluso cuando lleva 4 años de muerto, y sin duda alguna, será recordado como el mejor pugilista de la historia.

Buen blog
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